Y llegó el final de
nuestro viaje. Llegó la hora de despedirse, de las tierras que han
sido nuestro hogar durante un mes y de los amigos que han sido
nuestra familia. Con mucha alegría en el corazón y muy agradecidos
por la posibilidad de la experiencia vivida, dejamos algo de nosotros
aquí. Con la ilusión además de que volveremos para continuar
llenando nuestros corazones y desarrollándonos en el camino.
Hemos conocido a grandes
maestros del Budismo Tibetano. Hemos visitado lugares llenos de
magia, encanto, historia, sabiduría y belleza. Hemos conocido gente
extraordinaria. Hemos compartido experiencias que no se pueden
describir con palabras. En resumen, hemos vivido más allá de lo que
nunca hubiéramos imaginado.
Espero que aunque con
pocas palabras, hayáis podido también disfrutar esta bella
experiencia. Dicen que “una imagen vale más que mil palabras”,
así que aquí os dejo las últimas imágenes de nuestra vuelta a
casa, un paseo de más de 12 horas por los cielos de Asia y Europa.
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