martes, 13 de diciembre de 2016

Bhutan

Si alguna vez has pensado que pueda existir un País que mida su riqueza en base a la Felicidad de su población, tengo que decirte que si, ese País existe y se llama Bhutan. Localizado en la Gran Cordillera de los Himalayas, donde las más altas montañas tocan el cielo con sus picos nevados, donde las estrellas brillan más que una noche de Luna llena y donde los valles y montañas llenos de color no tienen fin. Bhutan es la Tierra del Dragón de Trueno (The Land of the Thunder Dragon).
Pero llegar hasta aquí no es fácil. Bhutan es una país en el que la mayor parte de sus ingresos vienen de la energía hidráulica que producen y exportan y del turismo. Y no es de extrañar después de haber pasado por Kathmandu que quieran proteger su tierra del Turismo de masas. Los mismo Bhutaneses no quieren que esto se convierta en el segundo Nepal.
Mientras vienes de camino a Paro, la ciudad donde se encuentra el aeropuerto, puedes disfrutar por la ventana viendo las impresionantes montañas, las más altas del mundo. El K2, el Everest. Un sueño hecho realidad para mucho, como es mi caso. El aterrizaje en Paro además es bastante inusual. El valle es estrecho y casi tocas los árboles con el avión, la maniobra de aterrizaje no es nada fácil y la pista es pequeña. No muchos pilotos son capaces de aterrizar allí.
Desde el aeropuerto nos trasladaron a la ciudad de Thimphu, la Capital de Bhutan, en pequeños autobuses Toyota. Cargaron las maletas en el techo y los cuatro autobuses partimos juntos. Nuestro peregrinaje por Bhutan había comenzado oficialmente. Pasaremos 10 magníficos días visitando lugares secretos y llenos de magia. Así que poco a poco iré mostrando algunos de los rincones que visitemos.