Primer día oficial del
viaje. Estamos en Kathmandu. La ciudad es caótica, hay tráfico por
todos lados, gente, comercios que venden de todo, mucho polvo en la
calle. Pero aún así la energía que se respira es diferente, tiene
un encanto especial. Tengo la sensación que aquí todo es posible.
Además la gente es amable y a pesar del caos, sin estrés. Un mundo
que no entendemos y muy diferente a todo lo que conocemos.
Sólo tenemos un día
para llenarnos de esta energía así que tenemos que aprovechar bien.
Por suerte mi amigo Nipesh vive aún en Kathmandu. Nos conocimos hace
ya algunos años en Alemania, y hemos seguido manteniendo la amistad.
Nos ha preparado un tour por la ciudad, así que allá vamos.
Nos alquiló un coche
todo terreno super nuevo y bueno con un chófer fantástico que nos
llevó por el tráfico loco de Kathmandu como pez en el agua.
Salimos de nuestro Hotel,
Nirvana Garden, que se encuentra en el barrio de Thamel, justo en el
centro de la ciudad, a las 9:00h de la mañana. Nuestra primera
parada fue en la Stupa de Boudhanath en el Este de la ciudad. Es
impresionante cuando estas caminando por esas calles llenas de polvo,
gente y tráfico y de repente giras una esquina y allí aparece
preciosa y llena de luz la Stupa. Es como un oasis dentro de la
ciudad. Dimos unas cuantas vueltas e hicimos deseos para todos los
seres.
Luego fuimos al otro
extremo de la ciudad, al Oeste, a ver la otra Stupa. La gran Stupa de
Swayambhu situada en lo alto de una colina, a la que se accede por
una larga y empinada escalera. Además en ella vive una colonia de
monos, que están super atentos a ver que te pueden robar de comida.
La vista desde allí es impresionante, se ve toda la ciudad que no
alcanza a tener fin. También dimos una cuantas vueltas a la Stupa e
hicimos deseos. He visto este lugar en muchas películas y siempre he
pensado: ''algún día yo estaré allí''. Los deseos pueden llegar a
hacerse realidad si uno sabe como hacerlos.
Entre paseo y paseo, y
atasco y atasco llegó la hora de comer. Nipesh había organizado el
almuerzo en su casa. Vive con su preciosa mujer y su hermoso hijo en
el barrio de Patan, al Sur de la ciudad. Nos prepararon ''momos'',
una empanadillas típicas nepalesas acompañado de ensalada, pasta
con verduritas y curry y unas patatas también al estilo de ellos,
cocidas con especias y salsa. Todo super rico.
Y para ya despedir el
Tour, nos llevó a las montañas más allá de la ciudad para ver el
atardecer junto a la Gran Cordillera de los Himalayas, un regalo para
la vista. Ha sido un sólo día el que teníamos para disfrutar del
encanto de Kathmandu, han quedado cosas pendientes por ver y hacer.
Pero algo me dice que no va a ser la última vez que vengamos.
I love it �������� miss youuuu
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