Después de unos días de
Monlam en Bodhgaya haciendo buenos deseos para todos los seres y
asimilando como es esta zona de la India en la que nos encontramos
salimos en coche rumbo al norte con amigos para conocer Varanasi y
Sarnath, la ciudad donde el Buda dio una de sus primeras enseñanzas.
El camino fue bastante
accidentario. La ''autopista'', si se le puede llamar así, es aún
más loca que circular por la ciudad. Está a medio construir, los
carriles no están definidos, ni el sentido de los mismo.....pero que
más da......aquí cada uno circula por donde quiere.....es
completamente una jungla....y además de pago 😣😆😣
Nunca he visto, creo, en
mi vida, más camiones juntos en una carretera como aquí. Además
hay controles de mercancías en cada cambio de región. Las colas y
filas de camiones son interminables y son esos momentos en los que el
conductor del coche en el que vamos aprovecha para ir en dirección
contraria y adelantar el tráfico. De locos.
Otra de las cosas que me
sorprendió del camino fue, que aún estando fuera de la ciudad, aún
estando en medio del campo, en la zona de la India en la que nos
encontramos el cielo no es azul. No hemos visto el cielo azul desde
que abandonamos Bhutan.
Pero a pesar de todo
llegamos sanos y salvos a nuestro destino. La ciudad de Varanasi.
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